Mitos del parkinson
Mito 1
El Parkinson es una enfermedad hereditaria.
En relación al Parkinson en jóvenes que hemos comentado en el primer mito, la genética es uno de los factores que más aumenta el riesgo de padecer párkinson. En total, un 10% de los pacientes tienen parientes que han desarrollado Parkinson, y el riesgo al tener un familiar cercano aumenta hasta un 7%.
Aunque sea la segunda enfermedad neurodegenerativa más prevalente en mayores de 65 años (un 70% de los casos totales), el Parkinson puede ser diagnosticado en personas más jóvenes, lo que se conoce como Parkinson de inicio temprano (de un 5 a 10% de los casos totales, menores de 45 años) o juvenil (0,25% del total, menores de 21 años).
Mito 2
La enfermedad del Parkinson solo afecta a las personas mayores
Mito 3
El Parkinson solo se manifiesta en hombres
No es cierto. Las mujeres también pueden padecer Parkinson. Sí es cierto que la enfermedad es algo más frecuente en varones que en mujeres, por razones desconocidas. Por cada cinco personas afectadas, tres son hombres y dos son mujeres.
Los síntomas motores son los más visibles en la enfermedad. Lentitud de movimientos, rigidez muscular, alteraciones en la marcha… pero hay uno que se asocia directamente con el Parkinson, el temblor.
Pero de nuevo, estamos ante un mito. El temblor es un síntoma que inicialmente solo aparece en el 50% de las personas diagnosticadas con parkinson.
Mito 4
Las personas con Parkinson siempre tienen temblor
Mito 5
El Parkinson es una enfermedad mortal
Esta enfermedad es crónica pero no mortal, aunque sí que puede afectar en algunos aspectos del día a día del paciente. Es importante conocer las fases de evolución de la enfermedad
- Fase 1. Síntomas motores leves en un lado del cuerpo. Se puede seguir con la actividad diaria.
- Fase 2. Síntomas más graves especialmente en marcha y postura. Necesidad de medicación.
- Fase 3. Algunas tareas habituales se dificultan. Aumentan las caídas y la alteración postural.
- Fase 4. Síntomas limitantes para caminar. Aparecen trastornos cognitivos y discinesias.
- Fase 5. Rigidez e imposibilidad para caminar. Necesidad de tratamiento avanzado.
Como hemos comentado en anteriores mitos, los medicamentos no son la única ayuda ante el Parkinson. Existen ayudas paralelas como las terapias no farmacológicas (fisioterapia, psicología, nutrición…), que cobran importancia en todas las fases de la enfermedad. También lo hace el ejercicio físico, clave para mantener la independencia de los pacientes por más tiempo.
Mito 6
El Parkinson solo se trata con fármacos
Mito 7
El Parkinson y el alzhéimer son similares
Ambas son neurodegenerativas, crónicas y generan gran dependencia a sus pacientes. Pero tienen diferencias entre ellas.
El alzhéimer se caracteriza por el deterioro precoz de la memoria episódica y reciente, siendo la forma más común de demencia a partir de los 65 años. En cambio, el Parkinson afecta al sistema nervioso central y las neuronas dopaminérgicas, causando deterioro motor precoz.
Al no conocer la causa primera de esta dolencia, no se ha podido hallar un método para curarla. Sin embargo, gracias a los medicamentos, las terapias no farmacológicas y los tratamientos de segunda línea, se pueden controlar los síntomas y mejorar el bienestar de manera notable.
Mito 8
El Parkinson tiene cura